

El Ajo Negro es una variación del ajo blanco tradicional, el cual es sometido a un proceso de fermentación natural, que le va a convertir en un superalimento, ya que algunas de las propiedades del ajo tradicional se intensifican como la prevención de enfermedades cardiovasculares y actuar como antibiótico natural.
Además, se le reconocen diversas propiedades antioxidantes y mejora del sistema respiratorio.
Este superalimento es muy nutritivo por su contenido en yodo, potasio, fosforo, azufre y vitaminas B1, B2, B3 y C.
El ajo negro se puede adicionar a las recetas más tradicionales en sustitución del ajo blanco o incluso consumirlo directamente ya que su olor y sabor son más agradables. Posee la ventaja de que no deja mal aliento, no provoca molestias digestivas, ni se repite debido a su proceso de maduración controlada.
¿Cómo se utiliza el ajo negro?
El ajo negro es un ingrediente más en tu cocina para despertar tu capacidad creativa. Aquí listamos algunos usos recomendados en cocina:
El ajo negro, conformado por sustancias y nutrientes destacables para la salud tales como vitaminas, minerales y aminoácidos, presenta muchos beneficios para la salud:
El ajo negro al poseer entre 5-7 veces más polifenoles, compuestos considerados anticancerígenos, que el ajo fresco dobla la capacidad de éste para atrapar los radicales libres, agentes que pueden dañar las células.
Este poder antioxidante del ajo negro beneficia el retraso del envejecimiento celular, la aparición de enfermedades degenerativas y crónicas.
Su riqueza antioxidante lo convierte en un buen estimulante inmunitario.
El ajo negro es especialmente rico en compuestos fenólicos de acción antioxidante. Aporta, además, otras sustancias también antioxidantes de alto valor como los flavonoides, y vitamina C.
Es considerado un gran antibiótico natural, como el ajo fresco, por lo que es útil para prevención de resfriados y algunas otras infecciones.
La actuación frente a las bacterias causantes de estas infecciones es debida a la mezcla de algunos de sus componentes (alicina, ajoenos…) como así lo demuestran algunos estudios.
El aporte de alicina y de ajoenos del ajo ayuda a controlar los niveles de colesterol sanguíneos, mejora la circulación sanguínea, ayuda a mantener buenos niveles de presión sanguínea y decrece la agregación plaquetaria, según queda demostrado en algunos ensayos clínicos.
Las sustancias vasodilatadoras que contiene el ajo negro también pueden influir y ayudar a reducir los dolores de cabeza y las migrañas.
Al facilitar la circulación mejora los dolores de cabeza por insuficiente riego sanguíneo.